La prevención de riesgos laborales en el Servicio de Atención Domiciliaria

Las medidas de prevención de riesgos laborales del Servicio de Atención Domiciliaria mejoran también la calidad de vida y las condiciones de la persona usuaria.

Actualmente y desde hace ya años, es necesario desplegar una política de protección de la salud de las personas trabajadoras mediante la prevención de los riesgos que se pueden generar en la realización de su trabajo. De eso trata la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (39/1997) que nos dice que, para la salud del trabajador y trabajadora, se debe evaluar y aplicar medidas en los lugares de trabajo y en los centros de trabajo.

En el caso del Servicio de Atención Domiciliaria (SAD), los centros de trabajo son los domicilios de los usuarios. Por lo tanto, se deben hacer las evaluaciones a los domicilios para valorar cuáles son las condiciones de seguridad que tiene nuestro personal donde debe desarrollar el trabajo.

En el caso de Accent Social, las visitas para detectar las posibles situaciones de riesgos laborales, no sólo las hacen los técnicos de prevención de riesgos laborales de la entidad, sino que también las hacen el personal de coordinación y los jefes de servicio, cuando acuden a los domicilios a realizar valoraciones técnicas y personales del servicio realizado a la persona usuaria.

Los jefes de servicio tienen la capacitación de funciones y responsabilidad y se les pide que hayan completado las 50 horas de formación en prevención de riesgos laborales. De todos modos, se ha demostrado en numerosas ocasiones que, tanto los jefes de servicio como las personas coordinadoras, tienen ya incorporadas las «gafas» de la prevención de riesgos laborales, sobre todo en cuanto a los aspectos ergonómicos, movilizaciones y transferencias.

Esta visión a tres bandas (técnico de riesgos, jefe de servicio y coordinador/a) nos dota de una evaluación muy cuidada de la actividad que se desarrolla en el domicilio donde se presta el servicio. Se dispone de una evaluación genérica de los puestos de trabajo del trabajador/a familiar o auxiliar del hogar, así como de una evaluación sobre las condiciones estructurales, la existencia o no de elementos auxiliares, las condiciones ergonómicas y psicosociales.

ALGUNOS EJEMPLOS DE RIESGOS AL SERVICIO DE ATENCIÓN DOMICILIARIA

Como ejemplos de situaciones de riesgos que nos podemos encontrar, en el caso del servicio de atención domiciliaria, se pueden detectar desde unas escaleras que dificulten el acceso de la persona usuaria y de la trabajadora familiar al domicilio, hasta la existencia de una instalación eléctrica defectuosa.

Hay que pensar que todo lo que puede ocasionar un riesgo para la persona que trabaja debe tener una solución. Por ejemplo, si en un momento determinado se hace la higiene a la persona usuaria en las duchas que no cumplen las condiciones de seguridad -no sólo para nuestro personal, sino para las personas usuarias- se debe valorar si dejar de hacer la higiene en la ducha y hacerla en la cama.

O, si el personal hace la limpieza, debemos ver la tipología de productos que utiliza. En algunos casos, se ha pasado un comunicado para informar al usuario que el personal no utilizaría productos de limpieza nocivos para la salud, como es la lejía pura.

Como novedad y a nivel de innovación, desde Accent Social estamos incorporando una cuarta visión en la prevención de Riesgos Laborales. Tenemos en cuenta la visión de los fisioterapeutas que realizan también visitas a los domicilios para trabajar de manera personalizada con el equipo. Con ellos, identificamos productos o elementos muy accesibles, tanto para la entidad como para la familia, para poder así cuidar la salud de la plantilla y de la persona usuaria, y prevenir los posibles riesgos.

Foto: Adrià Costa