«Superilles», las supermanzanas sociales, un nuevo modelo de atención domiciliaria
5 julio, 2019La Atención Centrada en la Persona: la mirada humana para acompañar y empoderar
17 julio, 2019Accent Social es una empresa que gestiona, entre otros, parte del servicio de atención domiciliaria de Barcelona. Atiende a 5.200 personas y da trabajo a 1.400, mayoritariamente mujeres, aunque los hombres van en aumento. “Todos y todas somos cuidadores”, señalan.
– ¿Qué significa la ética de los cuidados en Accent Social?
– El cuidado tiene que ver con «ocuparse» y cuidar desde las preferencias y las necesidades personales de cada persona. Desde esta perspectiva pasamos del QUÉ hacemos al CÓMO lo hacemos, pasamos a ser prescriptores facilitadores, lo que requiere empatía y no prejuzgar, para poder acompañar y convertirse en un facilitador, y con el fin de que la persona logre realizar su proyecto de vida o hitos, o simplemente pueda seguir haciendo lo que quiere hacer. Pero puede suponer a veces un choque con las propias creencias y valores, planteando dilemas éticos.
Durante nuestra vida todos hemos sido cuidados o hemos cuidado, hemos damos y recibimos cuidados, y también existe el autocuidado. La ética de los cuidados, en definitiva, pone a las personas en el centro de la atención.
– Tradicionalmente se pensaba en la persona que es cuidada. Pero la ética del cuidado también aborda el cuidador. ¿Cómo se plantea desde la empresa el cuidado de quien cuida?
– El autocuidado es fundamental para poder cuidar de los demás. Es necesario escuchar a los equipos profesionales y dar herramientas para que desarrollen las competencias necesarias para afrontar sus tareas diarias y evitar una sobrecarga. Deben existir espacios donde todos los equipos puedan exponer dudas, plantear casos, reflexionar sobre la práctica diaria y encontrar el equilibrio entre la práctica profesional y el bienestar emocional.
Muchos de nuestros profesionales trabajan solos, por ejemplo en un domicilio, pero es vital que sientan que forman parte de un equipo.
– Las personas cuidadoras tienen dilemas y dudas en su día a día. ¿De qué tipo?
– La atención y cuidado de las personas, en muchos casos vulnerables, puede provocar dilemas y dudas cuando se enfrentan a situaciones íntimas y de proximidad. La atención pone en el centro a la persona y somos conocedores de sus necesidades, sus preferencias y su vida cotidiana para poder acompañarla en su plan vital, pero todo esto puede convertirse en un conflicto cuando las creencias, los valores y las decisiones no se ajustan a nuestra propia realidad.
Son dilemas de todo tipo: personas que prefieren comer lo que quieren, a pesar de tener restricciones médicas, que deciden no seguir una medicación, que dan más valor a lo que dice un hijo que al profesional, la obstinación terapéutica en procesos de final de vida, el no respetar la información privada, las sospechas de maltrato, los ingresos involuntarios, entre otros.
– ¿Por qué Accent Social ha acabado creando un comité de ética. ¿Es habitual en este tipo de empresas?
– Accent Social cree que es necesario adquirir un compromiso para ofrecer un apoyo a los equipos que cuidan de personas. Espacios de reflexión donde poder exponer dilemas y resolverlos desde una perspectiva ética y siguiendo sus principios (autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia). Un paso adelante en este compromiso es la creación del comité asistencial ético de Accent Social (CAEA).
Tiene como objetivo dar respuesta y apoyo, así como fomentar el buen trato y las buenas prácticas y hacerlas extensivas a toda la entidad.
Cada vez es más habitual encontrar espacios de reflexión ética en el sector, aunque los comités todavía no son demasiado habituales. Estamos convencidos que ser de las primeras entidades que se comprometen con un comité nos dará muy buenos resultados en la práctica diaria, poniendo a las personas en el centro de la atención. Además, nos permitirá humanizar los procesos de cuidado y ampliar las buenas prácticas.
– Barcelona ha hecho una prueba piloto para trabajar la atención domiciliaria por «supermanzanas» («súperilles»). ¿Desde la perspectiva de la ética de los cuidados, es un modelo positivo? ¿Por qué?
– El modelo de supermanzanas sociales es positivo, ya que pone a la persona en el centro y hace que los vínculos relacionales y de cuidados se refuercen. La persona usuaria ejerce su autonomía con una prestación de servicio que se ajusta a sus necesidades. Los profesionales del trabajo familiar pueden trabajar en equipo y crear vínculos relacionales, que bajo otro formato serían escasos.
Además, comparten espacios para descansar entre servicios y poner en común el plan de trabajo, las incidencias y, sobre todo, las buenas prácticas que se consiguen. En definitiva, es un buen punto de inicio para empezar a trabajar los espacios de reflexión ética.
Entrevista publicada previamente en: https://www.naciodigital.cat/noticia/182957/quan/cuidar/es/ser/familia